
La navidad y el fin de año suelen traer un número inusual de pacientes a la consulta. La depresión de fin de año parece ser un fenómeno muy extendido y en algunas personas asume características de un verdadero trastorno de tipo estacional, de esos que se ensañan y regresan siempre en la misma época del año.
Un punto fundamental con el que creo importante empezar este artículo es que: si usted es una de esas personas que se deprimen en la navidad, usted no es una excepción a la norma, usted no es una persona rara o inadaptada, y usted no esta “mal de la cabeza” por no sentirse plenamente feliz en navidad. Y lo más importante, con un poco de información y siguiendo algunas sugerencias, puede reformular sus estrategias y pasar bastante bien durante las festividades de fin de año.
Empecemos por entender un poco mejor que es lo que determina que una persona se sienta decaída en esta época. La causa parece obedecer a las expectativas poco realistas que las personas tienen en relación con las festividades de fin de año. Los medios de comunicación se han encargado de difundir una imagen consumista de la navidad describiéndola con mucho brillo, energía y felicidad. Todo esto sazonado con muchas compras. Casi toda la festividad se concentra en los regalos y en reuniones que, en teoría deberían ser muy agradables.
La realidad es algo más compleja y hay varias razones que hacen con que uno se deprima en estas fechas:
En algunas personas las festividades de fin de año disparan tendencias a realizar una autocrítica, muchas veces comparando lo que tienen y lo que hacen con lo que otros aparentemente tienen o hacen cayendo casi inevitablemente en el desanimo. También existe la presión planteada por el consumismo, de realizar gastos de una manera que, en muchas ocasiones excede las condiciones o posibilidades. Otros pacientes suelen acusar desánimo al no poder pasar el feriado con sus seres queridos, por estar alejado de ellos o porque tiene que compartir su tiempo con diferentes grupos sociales. Finalmente está el grupo de personas que se siente triste porque ha sufrido la perdida de algún pariente o persona querida a quien, con seguridad se la extrañará en durante las festividades de fin de año.
Como se puede ver, es bastante fácil empañar nuestra idea de una navidad perfecta con cualquier variación de las situaciones arriba citadas. De hecho, siempre que nuestras expectativas son irreales, estamos expuestos a sufrir una decepción. Lo mismo suele suceder en los cumpleaños, cuando un pequeño detalle sirve para descomponer toda la fecha. Una vez mas, expectativas irreales. Entonces ¿Qué hay que hacer para no deprimirse en navidad? Los profesionales de la salud mental sugieren algunas estrategias[1]:
- En primer lugar, si la depresión es grave, busque la ayuda de un profesional calificado de la salud mental;
- Establezca límites personales sobre el dinero gastado en los regalos y el número de eventos sociales;
- No se enganche con las representaciones "perfectas" de la Navidad que los medios de comunicación, instituciones u otras personas tratan de vender;
- Reduzca sus expectativas y cualquier visión preconcebida sobre el “como debería ser”, simplemente esté presente y disfrute cada momento lo mejor que pueda;
- Participe en actividades que le permitan ayudar, preferentemente de una manera no-monetaria a causas nobles que atiendan a los menos afortunados;
- Esté agradecido por lo que tiene en su vida, en lugar de centrarse en lo que no tiene;
- Evite el exceso de reflexión acerca de su vida;
- Tome la iniciativa y haga cosas interesantes y divertidas;
- Si usted es religioso, participe en actividades de la iglesia que se centran en el sentido menos comercial de la Navidad;
- Concentre sus pensamientos sobre todas las cosas buenas acerca de la Navidad - la oportunidad de participar en la bondad, la generosidad de espíritu, y la gratitud de los demás en su vida.
Las festividades de fin de año pueden ser un buen momento para actuar de una manera que permita romper con aquella parte del pasado que constituye un lastre, apoyarse en las experiencias constructivas y proyectarse hacia lo que uno querría y podría ser.
¡Felices Fiestas!
[1] Basado en el articulo de Ray B. Williams “Christmas season brings depression for some”, Publicado el 28 de noviembre de 2010 en Psychology Today.