sábado, 29 de enero de 2011

BOTOX, SILICONA O PHOTOSHOP? La Psicología de los Tratamientos estéticos


En los últimos meses se han hecho cada vez más frecuentes los procedimientos médicos de tipo estético. Desde la aplicación de bótox, silicona, pasando por cirugías reconstructivas hasta las recientemente popularizadas cirugías bariatricas, (que estrictamente no debería aparecer en esta lista puesto que, si bien los beneficios estéticos pueden ser importantes, no son el objetivo último de la cirugía, tampoco es el objetivo alcanzar el peso ideal, que por otro lado sólo se consigue en algo más de la mitad de los casos). Pero ¿de que manera estos procedimientos afectan psicológicamente a los pacientes? En las siguientes líneas se mencionarán algunos datos que pueden arrojar algo de luz sobre el tema.

Un análisis hecho sobre 37 estudios del funcionamiento previo y posterior a las cirugías cosméticas[1], sugiere la existencia de resultados positivos que se traducen en la mejoría en la autoimagen corporal así como en la calidad de vida general. Sin embargo el mismo estudio señala el riesgo de importantes resultados negativos, especialmente porque muchas personas tienen expectativas poco realistas o esperan salvar una relación al someterse al procedimiento quirúrgico. Los resultados negativos serían frecuentes en esos pacientes. También se apunta a otro grupo de riesgo, el que lo constituyen los pacientes con un histórico de depresión, trastornos de ansiedad, ajuste, aislamiento social, problemas familiares, comportamiento autodestructivo y control de impulsos. En cualquiera de estos casos, que correlacionan fuertemente con elevada insatisfacción con los resultados de la cirugía, todo procedimiento quirúrgico se debe posponer hasta que el trastorno conductual haya sido tratado y controlado.

Uno de los aspectos a tener en cuenta es la posibilidad de la existencia de un trastorno dismorfico corporal (TDC) consistente en la preocupación por algún defecto en el aspecto físico. El defecto es imaginario o, si existe, la preocupación del individuo es claramente excesiva. Varios estudios muestran que del 7 al 12 por ciento de pacientes de cirugía plástica tienen alguna forma de TDC y que estos, en su mayoría no experimentan alivio a sus síntomas después de someterse a cirugías cosméticas, pudiendo inclusive desarrollar una tendencia a solicitar múltiples intervenciones en la misma o en otra parte del cuerpo.

Algunos estudios han llegado a vincular la insatisfacción con los procedimientos de cirugía estética al suicidio. Por ejemplo, en un estudio, del National Cancer Institute de 2001 se descubrió que las mujeres con implantes de mama eran cuatro veces más propensas a cometer suicidio que otros pacientes de cirugía plástica de la misma edad. Otros tres estudios también sugieren que el riesgo de suicidio aparece de 2 a 3 veces mas frecuentemente en sujetos que se sometieron a cirugía plástica[2]. Aunque la información siempre ha de ser tenida en cuenta yo considero que estos resultados deben tomarse con bastante prudencia puesto que ninguno de los estudios mencionados ha identificado una relación causal entre las cirugías y el suicidio. Así como varios especialistas, me inclino a pensar antes en la falsa expectativa puesta en la cirugía o en la existencia de un trastorno de ansiedad como los verdaderos elementos que predispongan al suicidio.

Afortunadamente, cada vez más los médicos solicitan la evaluación y eventual atención psicológica prequirúrgica, con lo que se previenen los aspectos potencialmente desagradables y el paciente recibe una atención en la que se aumentan significativamente los resultados positivos de la intervención. Estos cuidados se traducen, como se decía al inicio, en una mayor calidad de vida de las personas.


[1] Honigman, R., Phillips, K., & Castle, D.J. (2004). A review of psychosocial outcomes for patients seeking cosmetic surgery. Plastic and Reconstructive Surgery, 113(4), 1229–1237

[2] Para mayor información remitirse a:

- Rankin, M., Borah, G., Perry, A., & Wey, P. (1998). Quality-of-life outcomes after cosmetic surgery. Plastic and Reconstructive Surgery, 102(6), 2139–2145;

- Sarwer, D.B. (2001). Plastic surgery in children and adolescents. In J. Thompson & L. Smolak (Eds.) Body image, eating disorders and obesity in youth. (pp. 341–366). Washington, DC: American Psychological Association;

- Thompson, J.K., Heinberg, L.J., Altabe, M.N, & Tantleff-Dunn, S. (2004). Extracting beauty: Theory, assessment and treatment of body image disturbance. Washington, DC: American Psychological Association

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1 comentario:

  1. Me gustaria saber cómo se relaciona el fotoshop, con la ansiedad y trastornos de la identidad.Cómo puede ser detectado, y a la vez,si alguna mujer lo considere valido a este trabajo sobre sus fotos personales, como para captar atención o interes en ella. ¿Puede la persona que hace su fotoshop personal imaginar que es algo digamos, exraño que le pasa y sin embargo,hacerlo intencionalmene?¿puede ser un autoengaño no conciente?. ¿Hay sistemas sofisticados para cambiar la imagen de un hombre o una mujer para representar distintas edades, y ser más joven, e incluso más viejo?. ¿Existen casos en los consultorios de psiquiatria o psicologia?. ¿Seria algode esta época mas que todo?. Disculpe tantas preguntas. Respóndame cuando lo desee o cuando pueda.Y puede remitirme a link para reforzar sus datos. Un saludo.

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