La procrastinación
Hace un tiempo ya que quería escribir esto pero siempre había alguna otra cosa que me distraía: revisar el Facebook, chatear, tomar tereré, Etc.
La procrastinación es un término poco usado en castellano pero la verdad es que sí existe. Existe y se refiere a la acción o al habito de posponer o postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o más agradables. Según la infaltable Wikipedia “Se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir.”[1]
El siguiente párrafo es una traducción libre de un articulo encontrado en la red y que se referencia al pie de página[2]. Todos procrastinamos alguna vez pero 20 % de la población puede ser considerada como verdaderos procrastinadores. Estos evitan consistentemente las tareas difíciles y buscan deliberadamente encontrar distractores, que desafortunadamente se hallan distribuidos por todas partes. La procrastinación refleja nuestra dificultad en regular las emociones y predecir adecuadamente como vamos a sentirnos mañana.
Para conocer algo mas sobre la procrastinación, conviene considerar algunos de los puntos señalados por los profesores Joseph Ferrari, Ph.D., de la Universidad De Paul en Chicago, y Timothy Pychyl, Ph.D., de la Carleton University en Ottawa, Canada. Según estos investigadores[3], para aquellas personas que sufren de procrastinación crónica la postergación se convierte en una forma de vida y se traduce en perdida de oportunidades muy frecuentes.
- La procrastinación no es un problema de administración de tiempo y si un trastorno conductual.
- Decir a un procrastinador que se organice es lo mismo que decirle a un sujeto con depresión que se anime.
- Este problema esta considerado como un predictor importante de consumo de alcohol lo que correlaciona con el cuadro de bajo control de impulsos que caracteriza el problema.
- Los procrastinadores se mienten a si mismos. Un ejemplo de esto es “Creo que mañana voy a estar en mejores condiciones para hacer esto” o “yo trabajo mejor bajo presión”. Ninguna de estas dos afirmaciones es verdadera. No es verdad que mañana lo van a hacer mejor y tampoco es cierto que trabajen mejor bajo presión. Es solamente un mecanismo de huida de la sensación inmediata.
- Los procrastinadores buscan activamente distracciones inclinándose por aquellas actividades que no conlleven mucho compromiso. Verificar el E mail es un ejemplo casi perfecto para este propósito. Una hipótesis aceptada para esta conducta es que distracción es una manera de regular el miedo a fallar.
- El costo de la procrastinación es elevado: el deterioro de la salud, perdida de oportunidades y tiempo académico, eso sin considerar que existe una correlación entre conducta de procrastinación y descenso del sistema inmunológico; insomnio, sin mencionar el costo para el entorno que debe interactuar con los efectos del problema. La procrastinación compromete equipos de trabajo, clima laboral, amistades y relaciones de pareja.
- La buena noticia es que el procrastinador no nace sino que se hace y puede reformular su estrategia conductual con ayuda de una muy bien estructurada estrategia cognitivo conductual.
Según Robert Leahy[4], siempre existirán muchas “excelentes razones” para dejar de hacer lo que debemos hacer: empezar una dieta, ordenar ese estante, hacer una visita al médico, escribir la tesis, Etc. Siempre podemos decir que lo haremos mas tarde, que no estamos motivados o que simplemente no lo queremos hacer ahora. Pues es hora de dejar de lado todas estas justificaciones y buscar una estrategia racional más efectiva. Un buen comienzo podría ser considerar que hacerlo después es una excusa que refuerza la posibilidad de terminar no haciéndolo nunca. Es una sensación mucho más agradable la que resulta de saber que hay una obligación menos que aquella de tener esa preocupación constantemente dentro de la cabeza. Es mucho mejor empezar con algo, aunque sea una parte pequeña de la tarea que nos toca, que quedarnos paralizados por concentrarnos en el todo de la tarea pensando que es demasiado grande. Es importante elegir aquello que es más útil a largo plazo y no aquello que satisface los impulsos inmediatos. Olvídese de la perfección, usted no la encontrará nunca y para decir la verdad usted no la necesita
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Procrastinaci%C3%B3n
[2] http://www.psychologytoday.com/basics/procrastination
[3] Citados en ESTROFF MARANA, H., Procrastination Ten Things to Know, en Psychology Today, agosto 23, 2003
[4] Robert L. Leahy, Ph.D., autor de Anxiety Free,The Worry Cure and Beat the Blues. Profesor de Psicología Clínica en el Weill-Cornell Medical School y Director del American Institute for Cognitive Therapy.
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